Bajo la presión de su jefa, un productor musical a la deriva decide iniciar una banda formada por un rabino, un sacerdote y un imán para hacerlos cantar juntos.
Es tan previsible como todo el desarrollo y el desenlace (...) Lo importante al menos no es que la película sea original, sino que, tratándose de una comedia, provoque risas. Entretenga. Divierta.
El humor se reduce a una sucesión de chistes sexistas, canciones tontas y gags de la más árida de las inventivas, que derrumban cualquier atisbo de ingenio y contradicen cualquier intento de reflexión.