Hanshiro, un samurái sin recursos, acude a la residencia del clan Li. Solicita realizar un ritual de suicidio y así poder morir con dignidad. Kageyu, el director de la casa y guerrero obstinado, pretende desalentarlo, contandole la trágica historia de Motome, un joven ronin.
Valiosa, imaginativa pieza de orfebrería (...) En apariencia resulta bastante fiel al original, pero es una película llena de creativos toques personales
Es un vendaval de emociones, filmadas con el temple de un director superdotado. Combina las escenas de lirismo arrebatado con el fulgor espectacular de las luchas de grupo
Hay, quizás, demasiada reverencia al original que Kobayashi y hay, también, un uso del 3D demasiado discreto e innecesario. No obstante, Miike demuestra que puede desenvolverse bien en un registro contenido