Un hombre, Leonard Mead, pasea por la ciudad, la cual no tiene mas presencia humana que la suya. Todas las personas están en sus hogares mirando televisión.
Mead continua caminando hasta que es detenido por el único coche de la policía que hay en la ciudad, puesto que por el muy bajo nivel de crímenes no son necesarios.
Es interrogado por una voz “metálica” y posteriormente debe entrar en el vehículo. Comienza a andar y al pasar por la casa de Mead éste avisa que es su hogar, pero el coche no se detiene. Es llevado al Centro Psiquiátrico de Tendencias Regresivas. |