La historia familiar y sentimental: la de un vendedor de aspiradoras en crisis profesional y sentimental que tiene que llevarse de vacaciones a su hijo (Robert Dancs) después que este saque dieces en todas sus asignaturas. Lo segundo, el tono: popular y chabacano. Vulgar, según sus detractores, pero también políticamente incorrecto –todo un grano en la nariz del post-Berlusconismo... aunque también hay quien comenta que es el legado humorístico de la época de Il Cavaliere– y acelerado, sin tiempo para pausas |