La tercera entrega de la saga de terror mantiene la atmósfera inquietante y las escenas de tensión propias de The Conjuring, aunque se aleja un poco de la fórmula de las casas encantadas para centrarse más en un caso judicial ligado a la posesión demoníaca. Si bien no alcanza el impacto de las dos primeras películas, sigue ofreciendo sustos efectivos y una trama que mezcla investigación paranormal con drama humano.
Personajes principales:
Ed Warren (Patrick Wilson): investigador de fenómenos paranormales, comprometido con descubrir la verdad detrás de los casos.
Lorraine Warren (Vera Farmiga): médium con dones psíquicos, pieza clave para conectar con lo sobrenatural.
Arne Johnson (Ruairi O’Connor): joven acusado de asesinato que alega estar poseído, protagonista del caso central.
Debbie Glatzel (Sarah Catherine Hook): novia de Arne, intenta demostrar su inocencia y apoyar a los Warren.
Le daría una nota de 6.5/10 ⭐.
Es entretenida y cumple con los sustos, pero no logra la frescura ni la intensidad de las dos primeras entregas de Expediente Warren. La parte del juicio es interesante, aunque resta un poco de terror puro al que estaba acostumbrado el público de la saga.