Crítica de El sueño de Ibiza (2002)
El sueño de Ibiza retrata el verano como un umbral entre la infancia y la adultez, con tres amigos (Nacho, Chica y Carlos) que comparten sueños, temores y decisiones mientras la isla de Ibiza aparece como símbolo de libertad, promesa y nostalgia. La película tiene momentos muy hermosos visualmente y sabe capturar la sensación de que hay algo de mágico en los veranos que ya no vuelven, aunque su desarrollo en ciertos puntos se siente algo convencional. Nota: 6 sobre 10
Personajes principales
Nacho (Adrià Collado) reservado, soñador, quien se aferra al pasado y lucha con la idea de que cambiar signifique perder algo amado
Chica (Adriana Domínguez) ambigua entre el deseo de libertad y la presión de sus decisiones pasadas
Carlos (Paco Marín) impulsivo, que actúa más que piensa, alguien dispuesto a romper con lo que fue siempre por vivir lo que siente
Rodaje
El rodaje comenzó en mayo de 2001 con siete semanas en la isla de Ibiza y una semana adicional en África
Se concluyó a principios de julio de 2001 en Ibiza
Curiosidad destacada
Aunque el rodaje incluyó locaciones en África, la mayoría de la película está fuertemente ligada al paisaje, la luz y la atmósfera de Ibiza, lo que refuerza el tono nostálgico
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Verano 1993 (2017) por su forma de evocar la infancia, los veranos decisivos y el modo en que los paisajes marcan emocionalmente las transiciones de la vida