Eddington

Tras el éxito consecutivo de Hereditary y Midsommar, Ari Aster fue coronado rápidamente como la próxima gran voz del terror. Pero, al igual que Nicolas Winding Refn (Drive) y David Robert Mitchell (It Follows), puede que los elogios le hayan llegado demasiado pronto y se le hayan subido a la cabeza. Independientemente de lo que le haya parecido Beau Is Afraid, Eddington es donde las grietas se hacen innegables. El alcance de Aster supera ahora claramente su capacidad de comprensión, dejando que la ambición dirija el barco directamente hacia la incoherencia. La película está repleta de ideas, pero no tiene la claridad ni el control necesarios para hacer que ninguna de ellas aterrice, lo que resulta en autoindulgencia y, en última instancia, en algo profundamente poco atractivo.

Antes todos los hombres blancos querían escribir la próxima gran novela estadounidense y ahora todos los cineastas hombres blancos quieren hacer la próxima gran película «provocativa», y es agotador.

Ari Aster es un director que no deja indiferente a nadie, eso es un hecho. Con "Eddington", seguro que va a intentar sorprendernos y quizás hasta escandalizarnos otra vez. No espero una película fácil de digerir ni con finales felices convencionales. Lo más probable es que nos meta en una historia oscura y retorcida, con personajes complejos y situaciones perturbadoras.