Morlaix

Para reflexionar: Los primeros 30 a 45 minutos me hicieron sentir incómodo, tal vez por la elección del director en cuanto a la cámara y los visuales, pero después de eso empecé a ver algo diferente, quizás algo único. Personalmente, siempre me ha gustado cuando una película o serie muestra el mismo evento desde los ojos de diferentes personajes, y aquí encontré eso, lo cual me encantó. Lo que lo hizo aún mejor fue la profundidad de los eventos y la lógica detrás de cada personaje. En general, esta película probablemente te hará replantearte algunas decisiones de tu vida y recordar a personas de tu pasado. En conclusión, es una invitación a reflexionar sobre cómo ves el amor y la vida.

La dirección de Jaime Rosales es impecable, creando una atmósfera única que te envuelve desde el primer minuto. Las actuaciones de Aminthe Audiard y Samuel Kircher son sobresalientes, transmitiendo con autenticidad las emociones de sus personajes. La mezcla de blanco y negro con color en la fotografía añade una profundidad visual que complementa perfectamente la narrativa. Sin duda, una obra maestra que recomiendo a todo amante del cine.

La historia de amor adolescente entre Gwen y Jean-Luc es interesante, aunque algo predecible. Las actuaciones son correctas, pero no logran emocionar en exceso. La alternancia entre blanco y negro y color en la fotografía es un detalle curioso, aunque en ocasiones me resultó confuso. En resumen, es una película que está bien, pero no es para tirar cohetes.