Dos años después de haberse perdido en África, el prestigioso antropólogo, el doctor Ethan Powell, es capturado atacando a un grupo de cazadores furtivos de gorilas. Preso en una institución mental de Florida, el doctor en psicología Theo Calder se toma el caso como algo personal: el Dr. Powell, que ha estado viviendo en el seno de un grupo de gorilas, no habla y parece vivir en un mundo imaginario.
En principio la idea de la que parte la película no está mal, pero el filme tiene un aroma a refrito -El silencio de los corderos pesa mucho-. En resumen, ni Hopkins se salva