Principios del XIX. La atracción que Simón Bolívar despierta entre la población, le permite reunir un gran ejército que derrota a las tropas realistas y acaba con el dominio español. Pero entonces Bolívar tiene que enfrentarse a la nueva clase política, que se opone a su sueño de una Hispanoamérica unida. Aunque el Congreso le autoriza a emprender tan ardua empresa, lo hace con la secreta esperanza de su fracaso y de que éste afecte a su popularidad. Bolívar avanza con sus tropas hacia el Perú, donde obtiene una nueva victoria. Al recibir la noticia, los incrédulos congresistas no tienen más remedio que celebrarla con entusiasmo. |