Clemen se da cuenta de que su marido Raúl Miranda se está alejando, quizá definitivamente, de ella el día que decide trasladar su cama a otra habitación. Desolada acude a buscar remedio al dentista, que le envía a un psiquiatra. Éste le diagnostica que se parece demasiado a su abuela, muerta muy joven, y a la que su abuelo está recordando continuamente. Intentando acercarse a su esposo mediante la organización de una fiesta, no lo consigue y desolada acude a llorar junto al retrato de la abuela, que de repente cobra vida... |