Finales del siglo XIX. Gabriel van Helsing tiene un pasado que no consigue recordar y una misión a la que no se puede negar. Una sociedad secreta asociada al Vaticano le ha encargado ocuparse de la Maldad que impera en el mundo y se ha convertido en un cazador de monstruos. Ahora es enviado a Transylvania para detener al poderoso Conde Drácula. Una vez allí se aliará con una princesa gitana, Anna Valerious, que persigue acabar con la ancestral maldición de su familia acabando con el Conde.
El gallardo Jackman cumple con creces su papel, pero el guión no nos provee de las dosis -al estilo de 'Indiana Jones'- suficientes como para conquistarnos.
Es divertida, pero requiere una considerable suspensión de incredulidad ante el ridículo argumento -aparentemente deliberado- necesario para juntar a los tres monstruos