En el otoño de 1948, la joven Mónica (Mónica Molina), hija del matrimonio entre la republicana Adela (Ángela Molina) y el falangista Agustín (José Conde Cid), se escapa del internado de monjas donde estudia para ir a vivir con su madre en el suntuoso pazo familiar cercano a La Coruña. Allí se entera de que sus padres están separados, él vive en Madrid y ella en el pazo, y que su madre es la amante de su atractivo vecino Antonio (Joaquim de Almeida), mientras conoce a la criada Dorotea (Dorotea Bárcena), a su hija Maleja (María Pujalte), a la meiga Marigaila (Rosa Álvarez) y al espíritu de la tía Irma (Ana Álvarez), que vaga por el pazo desde que se suicidó tirándose al mar por un acantilado porque su pérfido cuñado Agustín la dejó embarazada. |