Película basada en la historia real de Stéphane Breitwieser, el mayor ladrón de obras de arte de la historia. Alex (Michael Pitt) es un fracasado pintor que decide que mejor robará grandes obras de arte antes que hacerlas. A medida que atraviesa Europa, conoce a una joven rica aburrida, Karoline (Imogen Poots), a quien la excitan estos robos. Su travesura a la Bonnie y Clyde llega a su fin, cuando la arrogancia de Alex lo lleva a su captura. En un esfuerzo por salvarlo, su madre co-dependiente (Isabelle Huppert) destruye obras maestras irreemplazables valuadas en dos mil millones de dólares, al trozarlas y lanzarlas al cercano Canal Rin. Él y su madre son enviados a prisión, pero en un extraño giro irónico, sus pinturas encarcelado se vuelven artículos de colección |