Robbie llega al hospital tras saber que su novia se ha puesto de parto. A las pocas horas nace Luke. Sobrecogido por el momento, Robbie jura que su hijo jamás llevará la patética vida que él ha tenido, sobre todo después de haber estado a punto de acabar en la cárcel. Ahora sólo piensa en un futuro mejor para él, su hijo y su novia. Pero mientras tanto, tendrá que hacer servicios a la comunidad junto a sus amigos Rhino, Albert y Mo. Todos ellos tienen algo en común: Ninguno trabaja por culpa de sus respectivos antecedentes penales. |