Frontera rusa, 1942. Los partisanos locales que conforman la resistencia consiguen descarrilar un tren lleno de mercancía destinado a los alemanes. Pero Sushenia, un empleado del ferrocarril inocente, es arrestado junto a los verdaderos saboteadores. El militar encargado de la investigación decide ahorcar a los rebeldes y dejar en libertad a Sushenia. Es entonces cuando sobre el pueblo se cierne la sospecha de que él es un traidor. Búrov y Vóitik, dos miembros de la resistencia, deciden ir tras él y fusilarlo en el bosque. Pero, cuando están a punto de matarlo, caen en una emboscada y Sushenia, en vez de huir, decide quedarse para ayudar al militar alemán que lo ha salvado. |