Patrick Orbéra es una vieja gloria del fútbol que no ha logrado reconvertirse. Sin trabajo y arruinado, ha perdido incluso el derecho a ver a su hija Laura. Apremiado por un juez para que consiga un empleo estable, no le queda otra elección más que irse a una pequeña isla bretona para entrenar al equipo de fútbol local. Si consiguen ganar los tres próximos partidos, habrán conseguido reunir el suficiente dinero para salvar a la fábrica de conservas de la isla, que da empleo a la mitad de sus habitantes, y que está en situación de suspensión de pagos. |