La película sucede en último cuarto del siglo XIX y en los primeros diecinueve años del siglo XX, durante la dictadura de Porfirio Díaz (Justo Martínez), la presidencia de Francisco I. Madero, el cuartelazo de Victoriano Huerta, la Convención de Generales y, finalmente, la muerte de Zapata (Alejandro Fernández), ya en la etapa constitucionalista de Venustiano Carranza. El filme no pretende ser una cátedra de historia sino una fábula que logre la identificación de los espectadores con el héroe, a través del enfrentamiento sucesivo del protagonista con el poder, representado en la figura antagónica de Victoriano Huerta (Jesús Ochoa). |