En algún punto de México, la familia González regentea el puesto de llantas “Los Chidos”, ubicado en un espacio privilegiado por el que circula una gran cantidad de automovilistas. Los González, no obstante, parecen estar poco interesados en su negocio, pues gastan sus días sentados ante la pantalla del televisor, comiendo tacos compulsivamente. La llegada de un extranjero cambia la predecible rutina de la familia. |