Perdita Durango se encuentra con Romeo Dolorosa, un criminal que es una especie de sacerdote de un culto satánico y se dedica a cruzar la frontera entre Estados Unidos y México. Romeo recibe un encargo de un jefe de la mafia, Santos, implicado en el transporte de fetos humanos para la industria cosmética. Además, necesita hacer un sacrificio para agradar a sus dioses y para ello fija sus ojos en una joven pareja de americanos que se cruza en su camino. Lo que no sabe Romeo es que están siendo perseguidos por un infortunado agente de la DEA, padre de la chica secuestrada... |