Film que cuenta parte de la vida de Sergei Eisenstein, en concreto la etapa en la que el mítico realizador soviético vivió en México y rodó, entre otras películas, ¡Que viva México!. El realizador de El Acorazado Potemkin pasó más de un año, desde diciembre de 1930, en tierras aztecas para filmar su fascinación por el Día de Muertos y los ritos religiosos de la cultura popular mexicana. |