Hace cuatro años, Missy, la hija menor de Mackenzie Phillips, fue secuestrada durante unas vacaciones familiares. Todas las pruebas llevaron a los policías a pensar que fue asesinada salvajemente en una cabaña abandonada en Oregon. Mack sigue arrastrando una gran tristeza en la actualidad, pero todo cambia cuando recibe una carta firmada por Dios en la que la invita a ir de nuevo a la cabaña durante un fin de semana. Contra muchos de los recuerdos que aparecen en su mente, Mack acaba frente a la puerta de esa choza en una tarde de invierno, caminando de nuevo por su más que oscura pesadilla. |