Off Season

Valentin regresa al escenario de su infancia: un viejo hotel en las montañas suizas, que fue vendido hace tiempo y ahora está a punto de ser demolido. Mientras recorre el edificio vacío, sus recuerdos llenan el hotel de vida, como si su misma fugacidad hubiera convocado a una melodía interior. La estructura narrativa de Hors saison se asemeja a una partida de billar: una bola golpea a la otra haciendo que se mueva y, al mismo tiempo, alterando su propio curso. Un episodio desencadena otro, hasta que sus caminos se cruzan o se fusionan, creando un caleidoscopio de recuerdos entrecruzados por aquello que, en apariencia, es el presente. Acerca de esta película se ha dicho que "si Stanley Kubrick sitúa sus pesadillas en el Hotel Overlook, Schmid cuenta únicamente con los más felices recuerdos mágicos para animar a su gran hotel de los Alpes suizos. Hors Saison es un circo cinematográfico desvergonzado, habitado por un elenco de caricaturas fellinescas.”