En las montañas salvajes y apenas exploradas del país kurdo vive la misteriosa sociedad de los Jesidi, a quienes sus oponentes llaman adoradores del diablo. En estas montañas, a la sombra de oscuros abetos, reinan la venganza, el odio y la lucha constante entre innumerables razas y sectas. Extrañas fiestas unen el fervor de miles de personas, coronadas por la dramática muerte en sacrificio de uno de sus santos. Y, sin embargo, incluso en estas imágenes, llenas de una tremenda pasión, no falta un humor cálido y una naturaleza alegre y fuerte que perdona, que lleva todo a un final liberador.
Se cree que la película está perdida.
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