El cambio de escenario al Castello Rosato en Italia le dio un aire fresco y sofisticado al programa. Stassi Schroeder brilló en su nuevo rol, aportando madurez y una perspectiva interesante al supervisar al personal. Las interacciones entre los empleados y los invitados, especialmente con las "MomTok", fueron entretenidas y llenas de sorpresas. La competencia por el bono de $30,000 añadió tensión y motivación. En resumen, una temporada que combina lujo, drama y diversión de manera magistral. |