Fallout • Crítica

¿De qué trata?

Lisa Joy y Jonathan Nolan, el dúo creativo detrás de Westworld, han creado una serie que no sólo abarca la esencia de los juegos, sino que también da forma a una nueva historia ambientada en el mundo post-apocalíptico que los fans conocen y aman.

La serie arranca con una explosión, literalmente, cuando las bombas nucleares devastan el mundo, preparando el escenario para una aventura sombría pero extrañamente caprichosa. Desde el principio, está claro que Fallout no teme recurrir a su humor fuera de lo común y a su brutal realidad. La secuencia inicial, ambientada en una fiesta de cumpleaños infantil en medio de la inminente guerra nuclear, establece un tono tan sombrío como humorístico, que atrae inmediatamente a los espectadores hacia su singular mezcla de ingenio y tragedia.

A medida que se desarrolla la historia, se nos presenta un trío de personajes convincentes, cada uno con su propio viaje que emprender en este nuevo y duro mundo. En primer lugar está Lucy, una protegida habitante de las bóvedas que se aventura por primera vez en el Páramo. Interpretada con matices y profundidad por Ella Purnell, Lucy sirve de guía al público a través de las complejidades del universo de Fallout, su inocencia de ojos abiertos yuxtapuesta al implacable paisaje por el que debe navegar.

Luego está Cooper, interpretado con descarnado realismo por Walton Goggins, un Ghoul cínico atormentado por su pasado como estrella de Hollywood. El viaje de Cooper es un viaje de redención y autodescubrimiento en el que se enfrenta a los fantasmas de su pasado y a la dura realidad del presente. Goggins interpreta a Cooper con una profundidad y complejidad que lo convierten en uno de los personajes más convincentes de la serie.

Por último, está Maximus, un miembro de la Hermandad del Acero con sus propios planes en los Yermos. Interpretado con intensidad por Aaron Moten, Maximus es un hombre dividido entre el deber y el deseo, cuyas lealtades se ponen a prueba mientras navega por el traicionero paisaje de Los Ángeles postapocalíptico. Moten aporta una energía cruda al papel, capturando el conflicto interior de Maximus con autenticidad y profundidad.

A medida que los caminos de estos tres personajes se entrecruzan, deben sobrevivir en un mundo plagado de peligros e incertidumbre, encontrándose por el camino con mutantes, bandidos y los restos de la sociedad anterior a la guerra. Desde las bulliciosas calles de la Bóveda 33 hasta los desolados páramos de la superficie, cada rincón del mundo de Fallout rebosa vida y detalle, gracias a la meticulosa artesanía de Joy y Nolan y su equipo de talentosos colaboradores.

Uno de los puntos fuertes de la serie reside en su compromiso con la rica tradición y estética del universo Fallout. Desde la tecnología retrofuturista hasta las icónicas imágenes de los Vault Boy, cada detalle parece auténtico y meticulosamente elaborado, sumergiendo a los espectadores en un mundo tan fascinante como aterrador. La banda sonora del compositor Ramin Djawadi, combinada con nostálgicas melodías de los años 50, realza aún más la atmósfera de la serie, transportando a los espectadores a una época pasada que ha sido irrevocablemente alterada por la devastación nuclear.

Sin embargo, el ambicioso alcance de Fallout también puede ser su perdición. Con múltiples tramas y facciones compitiendo por la atención, la serie a veces se siente sobrecargada y abrumadora, especialmente para los recién llegados que no están familiarizados con la historia del juego. A pesar de ello, la serie sigue siendo atractiva y accesible, gracias a su ritmo narrativo y a sus memorables personajes, que mantienen al espectador interesado en sus destinos hasta el final.

Personajes

Dirección

La adaptación de Jonathan Nolan aprovecha el humor macabro de los juegos, lo que marca la diferencia, ya que una serie demasiado seria le robaría a Fallout su sabor único.

Nolan es un director experto en crear historias e hilos interesantes: desde la exploración del Páramo hasta los flashbacks, pasando por lo que ocurre en la Bóveda 33 después de que Lucy se marche, la Hermandad y la historia principal, hay demasiadas cosas que seguir. El problema es que resulta demasiado para ocho episodios.

Lo más decepcionante es que todo resulta interesante y al final de la temporada, nos quedamos con más preguntas que respuestas.

¿Merece la pena verla?

Fallout es un testimonio del potencial de las adaptaciones de videojuegos bien hechas. Abrazando las peculiaridades y complejidades de su material original y forjando su propio camino, ofrece un viaje cautivador que dejará con ganas de más tanto a los fans como a los recién llegados. Tanto si eres un gran aficionado a Fallout como si eres un curioso recién llegado, Fallout de Prime Video es una película imprescindible para cualquiera que desee vivir una emocionante aventura en un páramo postapocalíptico. Con su rica construcción del mundo, sus convincentes personajes y su tono de humor negro, es una serie que sin duda dejará una impresión duradera en cualquiera que se aventure en su mundo irradiado.

¿Dónde se rodó?

La mayor parte de la serie se desarrolla en Los Ángeles. Sin embargo, para dar a Fallout su aire postapocalíptico, gran parte del programa de televisión se rodó en los áridos paisajes de Utah, Nevada e incluso Namibia.

Otros lugares de rodaje son Nueva York y Nueva Jersey, aunque no está claro qué partes de la serie se filmaron allí.

Presupuesto

La serie cuenta con un presupuesto de $153 millones según Variety.

Lo mejor

Se nota que los creadores de la serie son grandes fans de la saga de videojuegos. Su esfuerzo por trasladar a imagen real toda la iconografía y el humor de aquellos resulta exquisito.

Lo peor

Intentan condensar tantas historias en apenas ocho episodios que a los que no sean aficionados a la saga de videojuegos puede resultarles difícil de seguir.

Nota