¿De qué trata?Raymond (McGregor) y Ray (Hawke) son hermanos, hijos de un mismo padre pero de diferentes madres que llevan unos cuantos años sin verse. Cuando se reúnen tras la muerte de su padre maltratador, una de las cuestiones a las que se ven obligados a enfrentarse es cómo romper el ciclo de dolor y tormento en el que les adoctrinó.
Las vidas adultas de los hermanos llevan la huella duradera de ese trauma de la infancia de maneras muy diferentes: Raymond es un burócrata reprimido cuya querencia por las rutinas rígidas le ha llevado a acabar divorciado dos veces, mientras que Ray es un rebelde ex adicto a la heroína con un don para encandilar a las mujeres que conoce y una incapacidad para mantener un trabajo estable. Esta dinámica de "agua y aceite" se utiliza para explotar el lado cómico de la pareja cuando salen juntos para preparar el funeral de su anciano padre, aunque su sentimiento sea de alivio más que de pena.

Una vez que llegan al lugar de descanso de su padre en Richmond, Virginia, se encuentran con algunas sorpresas: el testamento estipula que los dos deben cavar la tumba de su padre y enterrarlo juntos, y la aparición de la última amante de su padre, Lucia (Maribel Verdú), una hermosa mujer francesa que ahora es dueña de su casa, que fue una de las amantes de Harris y tiene un hijo pequeño con él, y de la cuidadosa enfermera Kiera (Sophie Okonedo), que abrazan al difunto como una gran persona, algo que va en contra de sus recuerdos amargos del hombre que los crió.

En el cementerio, Ray y Raymond se afanan en enterrar a su padre, mientras una serie de pintorescos personajes les hacen compañía y hacen que los hermanos descubran los secretos de familia.
Personajes
Raymond
Ewan McGregor
Un burócrata reprimido cuya querencia por las rutinas rígidas le ha llevado a acabar divorciado dos veces.

Ray Ethan Hawke
Un ex adicto a la heroína de carácter rebelde que posee un don para encandilar a las mujeres.

Lucia Maribel Verdú Una hermosa mujer francesa y amante del difunto, con el que comparte un hijo.
DirecciónDurante gran parte de su infravalorada carrera cinematográfica, el guionista y director Rodrigo García se ha centrado en lo que los ejecutivos de los estudios solían llamar "películas de mujeres": Melodramas centrados en las vicisitudes románticas y domésticas de personajes femeninos que han llegado a un punto de crisis. En ellas el director ha demostrado tener buen ojo para reflejar la intimidad emocional de los personajes. Ahora, aunque ha dado un giro de 180 grados al tratar con dos hombres, continúa con el modelo que tan bien le ha funcionado hasta ahora.

Sin embargo, la falta de habilidad para la comedia del director se nota especialmente en la parte del cementerio, demasiado larga y aburrida. Hay varios intentos cómicos en esta parte que, aunque sin duda consiguen desarmar al espectador, no son capaces de arrancarle la carcajada. ¿Merece la pena verla?Una comedia moderadamente divertida sobre una serie de personajes disfuncionales. Lo mejorLa interpretación de McGregor, Hawke, Verdú y Okonedo aporta dignidad y verdad al conjunto.
Lo peorHay un desequilibrio en la escritura de los personajes: Raymond es poco más que una caricatura que pone difícil a McGregor hacer un buen trabajo, mientras que Ray (Hawke) es un personaje mucho más polifacético y creíble.
La escena del cementerio es excesivamente larga. Nota
7/10
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