Crítica (sin spoilers) de 'The Sandman'

¿De qué trata?

Cuando cerramos los ojos, ¿a dónde va nuestra mente? En el mundo de 'Sandman' de Netflix, los seres humanos van al reino de los sueños, el reino donde gobierna el Maestro de los Sueños, conocido acertadamente como Sueño o Morfeo (Tom Sturridge). Él da forma a nuestros propios sueños y pesadillas, guiándonos a través de lo que sea que nuestras mentes estén maquinando. Hasta que un día, en un ritual que sale mal, es capturado y mantenido cautivo durante décadas. El impacto de su ausencia tiene un efecto dominante no sólo en la humanidad, sino en el propio Sueño.

A lo largo de la serie, los espectadores ven cómo Sueño sale de su cautiverio y empieza a corregir los errores que ha cometido a lo largo de su larga vida. Pero hay muchos obstáculos en su viaje, algunos de los cuales podrían llegar a acabar con él y con los sueños para siempre.

'The Sandman' resultará bastante fiel a la historia para aquellos que hayan leído los cómics. Aunque se ha hecho algún pequeño cambio, hace gala de una fidelidad que se echa en falta en muchas otras adaptaciones de los cómics. Ciertas escenas de diálogo están directamente extraídas de los cómics, algo que agradará a los fans de las novelas gráficas. El único pero que se puede poner es que los arcos argumentales se terminan de forma un tanto abrupta.

Para los nuevos espectadores que se introducen en este mundo por primera vez, quizá se sientan abrumados desde el primer episodio porque la variedad de personajes personajes que se nos van presentando puede resultar un poco abrumadora. Sin embargo es un peaje necesario: todos tienen una función que desempeñar en el viaje de Sueño, por pequeño que parezca.

En el mundo de Sueño, los personajes son posiblemente el mayor atractivo de los cómics. Con una adaptación de acción real, es comprensible el temor por parte de los fans. Sin embargo en su mayor parte, el elenco da la talla. El Sueño de Tom Sturridge es una presencia y, aunque no está adornado con sus característicos ojos negros (que Gaiman ha declarado que no funcionaron bien en las pruebas de rodaje), Sturridge utiliza su mirada penetrante para transmitir mucho mientras Sueño deja de hablar. Está atento, esperando. A veces es amable, pero con un toque de superioridad. También capta sutilmente la dureza y la mezquindad de Sueño, una característica fundamental del personaje de los cómics.

El Corinthian de Boyd Holbrook resulta aterrador. Encantador e inquietante a partes iguales. También resulta inquietante David Thewlis en el papel de John Kripps, un hombre condicionado por las mentiras que su madre le contó durante toda su vida. El pasado y las motivaciones de su personaje despiertan la simpatía del espectador. Aquí Thewlis destaca al conseguir transmitir los siniestros matices de la psique de John con apenas una mirada o un cambio en el lenguaje corporal.

La muerte de Kirby Howell-Baptiste es un recordatorio de la importancia de nuestras responsabilidades en la vida. El Lucifer de Gwendoline Christie es muy cercano al de los cómics: aunque es cordial y acogedor al principio, bajo esa superficie proyecta su Lucifer: su envidia, su rabia, su malicia y su necesidad de conquistar y controlar. En suma, un gran reparto.

Personajes

Dirección

Jamie Childs consigue crear una absoluta belleza con planos y diálogos sacados directamente de las páginas de los cómics, actualizando el texto y realizando pequeños ajustes que acercan esta obra al siglo XXI. Ningún cambio atenta sin embargo contra el espíritu del comic.

¿Merece la pena verla?

El camino para adaptar "The Sandman" de Neil Gaiman ha sido largo. A lo largo de más de treinta años, el miedo de Gaiman ha sido dejar que alguien adapte mal un mundo tan vasto en el que se mezclan diferentes mitologías, universos y cosas por el estilo que no habrían sido posibles hasta ahora.

Con una potente mezcla de fantasía y gore, 'The Sandman' tiene mucho que abordar a lo largo de sus diez episodios. Hay una razón por la que ha tardado tanto tiempo en abordar una adaptación así. Es muy difícil plasmar todo lo que Gaiman ha vertido en las páginas. Con todo, la serie consigue retener y reflejar el potente núcleo emocional de los comics.

Lo mejor

El ritmo de la segunda mitad de la serie está mucho más asentado y se lee de forma menos inconexa.

El nivel del casting es altísimo, todos los personajes principales lo clavan, dejándonos con ganas de ver a algunos de ellos con más minutos en pantalla.

Lo peor

El ritmo de la serie en general es un poco desigual, y en parte puede deberse a que se ciñe tanto al cómic.

El trabajo de los efectos visuales es otro aspecto que probablemente necesitaba más tiempo dada la ingente cantidad de elementos de fantasía que se integran en las escenas.

Nota