Operación Dragón es considerada una de las mejores películas de artes marciales de la historia, generando un gran furor global. Su impactante coreografía de lucha ha influido en múltiples medios, desde el cine y la televisión hasta los videojuegos y el anime. Sin embargo, este éxito es sombrío, ya que su protagonista, Bruce Lee, falleció solo seis días antes del estreno en Hong Kong.
Esta película fue pionera al ser la primera producción de artes marciales china realizada por un gran estudio de Hollywood, Warner Bros., en colaboración con Concord Productions de Hong Kong. Aunque rompió esquemas, su legado se enmarca en una tragedia. La importancia de la película para el género es innegable. Joel Stice la calificó como:
"probablemente la película de Kung Fu más influyente"

Mientras que Kuan-Hsing Chen y Beng Huat Chua destacan la espectacularidad de sus escenas de lucha y su narrativa elemental sobre el bien y el mal. Bruce Lee, a pesar de pesar solo 55 kilos, se sometió a un riguroso entrenamiento para dar vida a un héroe marcial excepcional. Sin embargo, la historia dio un giro trágico cuando, el 20 de julio de 1973, Lee murió a los 32 años debido a un edema cerebral.

Su muerte, envuelta en misterio, ocurrió días antes del estreno y estuvo precedida por desmayos, uno de los cuales lo llevó al hospital. A pesar de ser tratado, sufrió un fuerte dolor de cabeza en casa de una amiga y falleció sin despertar. Las circunstancias de su muerte siguen siendo discutidas; algunos creen que fue una reacción alérgica a un medicamento, mientras que otros sugieren una muerte súbita relacionada con epilepsia. La autopsia reveló que su cerebro había sufrido una inflamación extrema, provocando que se comprimiera dentro de su cráneo.
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