Cine: ¿Es legal llevar palomitas de casa?

Ir al cine sale cada vez más caro y la pandemia no ha ayudado. Para sobrevivir a la caída de espectadores, las salas de exhibición han elevado el coste de las entradas y la media española se encuentra ya en los 10 euros; si además eres de los que completa el ritual con una bebida y un bol de palomitas puedes irte perfectamente hasta los 20 euros para ver el último blockbuster en pantalla grande.

Por esta razón hay muchas personas, especialmente familias con hijos, que no se pueden permitir un gasto tan elevado para asistir a una proyección. Parte de la solución sería que estuviera permitido entrar al cine comprando tu comida y bebida en otra tienda o trayéndola directamente de casa, y lo cierto es que... sí se puede, aunque es algo que nadie sabe.

Cuántas veces no hemos visto a gente que entra en la sala con bolsas escondidas bajo la ropa o en sus bolsos por miedo a que le pillen y le echen del cine. El ejemplo más claro de esto lo tenemos en la cadena de cines Yelmo, que desde hace meses exhibe carteles en los accesos a sus instalaciones informando a sus clientes de que no se puede introducir comida no adquirida en el interior del establecimiento.

Sin embargo, lo cierto es que no pueden prohibirte llevar tu comida al cine. Siempre que en esos cines se venda comida y bebida estás amparado por la legislación para traer tus palomitas de casa o del local que prefieras. La razón: la ley considera que es una limitación abusiva del derecho de admisión. Dado que la actividad principal de una sala de cine es proyectar películas, no pueden ampararse con la misma cláusula que, por ejemplo, un bar, cuya principal fuente de ingresos  es vender comida.

La ley es clara. ¿Dónde puedes reclamar?

Si llevas tu propia comida al cine y algún empleado te indica que no puedes hacerlo, debes decirle que conoces tus derechos y que es ilegal lo que pretende. Si no cede, pide hablar con el responsable. Si aún así se niegan a permitirte acceder a la sala, pide una hoja de reclamaciones - están obligados por ley a dártela - y saca una fotografía de los carteles informativos.

Una vez cumplimentada la hoja, debes de poner una denuncia en la oficina del consumidor e, importante, solicitar en ella una sanción económica (la multa para el exhibidor puede alcanzar los 6.000 euros). Otra opción es acudir a FACUA, en donde están acostumbrados a tramitar este tipo de denuncias.