Kelli Giddish confirmó en agosto que dejaría la serie después de 13 temporadas. Se unió al drama de Dick Wolf en 2011 para interpretar a la detective Amanda Rollins después de aparecer como invitada en SVU y Ley y Orden: Criminal Intent. "Interpretar a Rollins ha sido una de las mayores alegrías y privilegios de mi vida", publicó en las redes sociales a principios de este año. "He sido muy afortunada de formar parte de la familia de Ley y Orden durante los últimos 12 años. Simplemente no hay otro personaje en la televisión como Rollins. Ha crecido y cambiado, y yo también. Empecé en esta serie cuando tenía veintitantos años y estoy agradecida de haber podido pasar tantos años de mi vida adulta con Rollins en mi vida."
La boda de Rollins con Sonny Carisi Jr. (Peter Scanavino), su amor de toda la vida, abrió el episodio del jueves, pero los dos no se fueron corriendo de luna de miel; Sonny aún tenía un caso que procesar. Así que el trabajo de Rollins fue encontrar la mejor manera de hacer saber a Olivia Benson (Mariska Hargitay) que dejaba el departamento para trabajar como profesora en la Universidad de Fordham.
Rollins tuvo una última oportunidad de detener a un malhechor mientras visitaba a Benson fuera de la ciudad, en un hotel. Benson descubre un espejo unidireccional en su habitación, por lo que tanto ella como Rollins descubren que el empleado del hotel les ha estado vigilando desde su portátil. Éste culpa a otro de haber instalado la cámara oculta.
Después de localizar al verdadero autor en un bar, las mujeres llevan al hombre de vuelta a la habitación donde admite su vil crimen. Ha estado haciendo porno en secreto. Al final, las mujeres acaban empapeladas antes de que Rollins les dé la mala noticia: ya no quiere llevar la placa.
"Me enseñaste a ser una buena detective, me enseñaste a quererme a mí misma, a dejar entrar a la gente", le dice a Benson. "Esto es duro para mí. Tomé esta decisión y necesito que estés de acuerdo".
Benson no lo estaba al principio, pero el episodio termina con las dos mujeres abrazadas y entre lágrimas.
"No me estás perdiendo. Somos amigas", dijo Rollins. "Eso no va a cambiar, no voy a desaparecer".
"No te dejaría aunque lo intentaras", replicó Benson. "Sé que tienes que hacerlo".
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