Sharon Stone, reconocida como una de las figuras más icónicas de Hollywood en los años 90, vivió una experiencia transformadora tras sufrir un grave derrame cerebral en 2001 que casi le costó la vida. Este evento crítico, resultado de un aneurisma cerebral, la llevó a experimentar lo que muchos describen como una experiencia cercana a la muerte.
Durante su intervención quirúrgica, Stone se encontró con una luz blanca deslumbrante y escuchó las voces de amigos que ya habían fallecido, lo que alteró profundamente su percepción de la vida. En sus propias palabras, la actriz recordó:
“Ese vórtice brillante de luz blanca estaba sobre mí, y me encontré con personas muy queridas. Pero todo fue fugaz, y de repente regresé a mi cuerpo. Esta experiencia me impactó tanto que comprendí que mi vida nunca sería igual. Me otorgó una nueva visión sobre mi carrera”.

“Necesito ocho horas de sueño ininterrumpido para que mi medicación funcione y no tener convulsiones, soy una discapacitada, y por eso no me contratan mucho. Esto es con lo que he estado lidiando durante los últimos 22 años, y ahora por fin puedo ser abierta al respecto”.
Esta revelación no solo marcó un cambio espiritual en ella, sino que también tuvo repercusiones en su trayectoria profesional, cerrándole parcialmente las puertas de Hollywood, como confesó en una entrevista reciente. |