Dwayne Johnson, quien ha confirmado que ha sido considerado como un posible candidato presidencial por parte de demócratas y republicanos en el futuro, ha estado examinando la cultura y la realidad política y social de Estados Unidos, centrándose especialmente en el impacto de la cultura "woke" y de la "cancelación".
Tras los conflictos vividos en Disney y las acusaciones de agenda política en la industria del entretenimiento, tal como mencionó Elon Musk, The Rock da un paso adelante y reflexiona sobre sus errores al respaldar a Joe Biden en 2020 y cómo abordará este tema en el futuro.
Dwayne Johnson esta cansado de la división política
Volviendo al pasado, Dwayne Johnson recibió críticas y fue señalado cuando, en 2020, optó por apoyar a Joe Biden para que Donald Trump perdiera en su carrera hacia la presidencia de Estados Unidos. Según él, fue una decisión correcta en ese momento, pero ahora se arrepiente. "El respaldo que brindé a Biden hace años fue una elección que pensé que era la mejor para mí en aquel momento", explicó en una entrevista reciente. Según el actor de "El Rey Escorpión", creía que su influencia, su presencia en las redes sociales y su carisma podrían contribuir a calmar las tensiones en ciertos sectores de la población estadounidense. Admite que se sintió responsable y trató de utilizar su influencia de la mejor manera posible.

"En ese momento era el hombre más seguido del mundo, y lo sigo siendo hoy, y lo aprecio... pero lo que eso generó fue algo que me afecta profundamente, que es la división. Eso me impactó. No lo entendí en ese momento, simplemente sentí que había mucho malestar y deseaba que las cosas se calmaran", explica. Esto provocó muchas disputas entre sus seguidores y se convirtió en el blanco de críticas por parte de los conservadores durante semanas.
El agotamiento ha sido tal que no quiere expresar su respaldo a ningún candidato en las próximas elecciones. "Mi objetivo es unir a este país. Creo en eso. No habrá respaldo. Con este nivel de influencia, mantendré mi opinión política para mí mismo. Está entre las urnas y yo", declara el actor. "Me es indiferente, confío en el pueblo estadounidense y en quien sea que voten", admite.
Contra la cultura de la cancelación y lo woke
El actor dejó claro que no quiere ser presidente aún. "No soy un político", recalca, mientras expresa su cansancio ante la situación social en Estados Unidos, especialmente con la cultura de la cancelación y lo "woke". "La cultura de la cancelación, la mentalidad 'woke', la división, etc. de hoy en día me molestan profundamente", continúa, destacando la caza de brujas que parece predominar a nivel público ante cualquier tipo de discrepancia.

"En ese sentido, o te sometes a ello y te conviertes en lo que otras personas quieren que seas, o eres auténtico y real... y eso puede incomodar y enfadar a la gente, y está bien", concluye.
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