Cuando el cineasta James Gunn subió al escenario frente a unos 6.500 fans para presentar el primer vistazo de "Guardianes de la Galaxia Vol. 3", dijo a la multitud - y al jefe de Marvel Kevin Feige, de pie a pocos metros de distancia - que se había dado cuenta de que habían pasado 10 años desde que lanzó su idea para la primera película de "Guardianes" a Feige.
"Han pasado 10 años, James", le dijo Feige.
Esta semana, Gunn se embarca en lo que podría ser otra aventura de 10 años, esta vez como codirector ejecutivo y copresidente de DC Studios. Junto con el codirector Peter Safran, Gunn tiene previsto presentar al director general de Warner Bros. Discovery, David Zaslav, lo que él y Safran esperan que sea la próxima década de la narrativa de DC, hilvanando una serie de películas, programas de televisión y juegos en un universo narrativo cohesionado.
Gunn y Safran mantienen esos planes en secreto, pero aún así consiguieron hacer olas después de que el 7 de diciembre saltara la noticia de que Warner Bros. no seguía adelante con los planes de la directora Patty Jenkins para una secuela de "Wonder Woman 1984". Cómo sucedió esto depende de con quién hables: Las personas con información privilegiada en el estudio dicen que depende de Jenkins, sugiriendo que la cineasta no quería tomar notas sobre cómo encajar una película de "Wonder Woman" dirigida por Gal Gadot en lo que sea que Gunn y Safran estén planeando. Pero a última hora del martes, Jenkins publicó un comunicado en Twitter en el que decía que estaba "abierta a considerar cualquier cosa que me pidieran" para una tercera película de "Wonder Woman" y que "nunca se alejó" del proyecto.
"Entendía que no había nada que pudiera hacer para avanzar nada en este momento", dijo Jenkins. "DC está obviamente enterrada en los cambios que están teniendo que hacer, así que entiendo que estas decisiones son difíciles en este momento".
De hecho, antes de la declaración de Jenkins esta semana, Gunn publicó su propia declaración en Twitter el 8 de diciembre en la que abordaba lo difíciles que son esos cambios.
"Peter y yo elegimos dirigir DC Studios sabiendo que llegábamos a un entorno díscolo, tanto en las historias que se contaban como en el propio público, y que habría un período de transición inevitable a medida que avanzábamos en la narración de una historia cohesiva en el cine, la televisión, la animación y los videojuegos", escribió Gunn. "Pero, al final, los inconvenientes de ese periodo de transición quedaron empequeñecidos por las posibilidades creativas y la oportunidad de construir sobre lo que ha funcionado en DC hasta ahora y ayudar a rectificar lo que no".
Ese periodo de transición no es poca cosa. Warner Bros. tiene cuatro propiedades de DC en su lista de películas para 2023: "¡Shazam! La furia de los dioses" en marzo, "The Flash" en junio, "Blue Beetle" en agosto y "Aquaman y el reino perdido" en diciembre. Safran es productor de todas las películas, excepto de "The Flash", pero estos títulos fueron concebidos, desarrollados y aprobados bajo la anterior dirección del estudio y de DC Films.
Así que ahora Gunn y Safran deben enhebrar una aguja casi imposible: Tienen que decidir cómo -o si- integrar estos proyectos en su nuevo universo DC, a la vez que deciden cuándo y cómo informar al público sobre lo que le espera al nuevo universo DC. Si anuncian sus planes demasiado pronto, cualquiera de los títulos heredados que son el último hurra para esa iteración de la franquicia podría considerarse noticia vieja antes incluso de su estreno. Pero controlar el flujo de noticias sobre DC ha sido todo un reto, dado el voraz apetito por cualquier bocado de información -o cualquier cosa que se parezca a un bocado de información, aunque no sea cierta- sobre lo próximo de DC. |
Política de Privacidad
