A Netflix le gusta de vez en cuando coquetear con la interactividad. Con el precedente de algunas pruebas que tenían como objetivo al público infantil, sería sin embargo el creador y guionista de 'Black Mirror', Charlie Brooker, el que la haría triunfar entre el gran público con el especial 'Bandersnatch', en el que el espectador podía decidir el rumbo de la historia tomando determinadas decisiones durante el visionado. Ahora, el mismo Brooker abandera una nueva incursión de la plataforma de streaming en la ficción interactiva: 'El gato caco'.
'El gato caco' tiene una premisa sencilla: un gato llamado Rowdy quiere robar un valioso lienzo de un museo y para ello tendrá que enfrentarse a Peanut, el perro guardián que la vigila.
La primera diferencia que salta a la vista entre el 'El gato caco' y 'Bandersnatch' es que no estamos ante un producto de imagen real sino ante una pieza animada cuyo estilo homenajea sin disimulo a los míticos trabajos de Tex Avery, el legendario creador de los 'Looney Tunes'. Sin embargo, la estlística no es la única diferencia reseñable, ya que ahora también cambia la forma en la que el espectador participa en la historia.
Mientras que en 'Bandersnatch' el telespectador se limitaba a seleccionar las posibles ramificaciones de la historia que veía en pantalla, ahora con cada obstáculo que surge debe contestar a tres preguntas más bien estrafalarias.
La mala estrella que acompaña al gato protagonista de la pieza de Brooker hace que ya haya perdido cuatro de sus siete vidas antes incluso de que empiece el corto, así que el espectador solo dispone de tres oportunidades para llegar al final de la historia. Cada vez que se falla una pregunta, Rowdy muere y la trama retrocede al principio de esa sección para permitir otro intento.
Lo más divertido de 'El gato caco' es que cada vez que muere Rowdy se activa una animación diferente que aún no habíamos visto. Cada vez que se repite una escena por haber fracasado en el cuestionario, la historia va cambiando y las posibilidades a las que nos enfrentamos cambian.
Para ayudar al lector a llegar a completar la aventura animada hemos querido desvelar sus principales secretos.
¿Cuántas muertes distintas tiene Rowdy?
Si se completa el recorrido sin fallos, este dura 12 minutos. Sin embargo Brooker asegura que el metraje de todo el material que han creado dura una hora y media. Desde Netflix garantizan que puede verse 'El gato caco' un centenar de veces sin repetir la misma secuencia de animación. Sin embargo esta afirmación no es del todo cierta.
Las muertes posibles de Rowdy rondan el par de docenas, concentradas alrededor de los cinco ejes principales de la narración, aquellos en los que se decide el destino del gato protagonista: superar el muro del museo, distraer a Peanut para introducirse en el museo, huir del perro guardián cuando nos descubre, hacerse con la llave que abre la cámara acorazada y superar la trampa final.
Las preguntas que hay que responder cubren temas de lo más variopintos, abarcando desde la listeriosis hasta el whisky de malta. Pese a lo que afirma Netflix no es difícil repetir posibilidades a partir de la cuarta o quinta partida, especialmente si pierdes a propósito para intentar ver todas las versiones de la historia.
Las muertes son muy ocurrentes, macabras y divertidas: aplastado por un muro, devorado por un tiburón, mutilado por unos rayos láser... Y el final más retorcido ocurre, sin duda, cuando Rowdy se disfraza de Cleopatra... final que no desvelaremos para que no te pierdas el plecer de jugar a esta joyita que nos ha preparado Netflix.
¿Qué ocurre si pierdo?
Si fallas una pregunta o no la respondes antes de que se agoten los 15 segundos de tiempo, entonces perderás una vida. Si pierdes las tres, ascenderás al cielo donde Dios te reñirá por tu falta de pericia y acto seguido te devolverá a la Tierra, donde deberás de empezar el corto desde el principio.
¿Qué pasa con el final?
El verdadero objetivo de 'El gato caco' se descubre cuando lo completas por primera vez: en la pared de Rowdy existe hueco para un total de seis cuadros diferentes, algo que nos anima a jugar en repetidas ocasiones hasta conseguir completar la colección.
Una buena idea por parte de los diseñadores del cortometraje es que se va guardando el progreso del espectador en las distintas tramas, con lo que podremos completarlo a lo largo de varios días ya que los cuadros robados se guardan entre distintas sesiones. | 
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