Carlos Alcaraz no solo conquistó Roland Garros en una final que pasará a la historia, sino que también se aseguró el mayor premio económico jamás otorgado en el torneo. Sin embargo, buena parte de esa recompensa acabará en manos del fisco español.
La mayor cifra en la historia del torneo
En un duelo épico de más de cinco horas contra el italiano Jannik Sinner, el murciano logró una remontada memorable tras ir dos sets abajo. El resultado (4-6, 6-7 [4], 6-4, 7-6 [3], 7-6 [2]) lo consagra no solo como campeón, sino como protagonista de la final más larga jamás disputada en el torneo parisino.

Más allá de la gloria deportiva, el título le garantiza un botín económico de 2,55 millones de euros, la mayor cifra en la historia del torneo. Este incremento respecto a los 2,4 millones del año anterior refleja tanto el crecimiento de Roland Garros como el compromiso del torneo con la igualdad de premios entre hombres y mujeres.
Alcaraz está obligado a declarar el premio en su país
Pero no todo es celebración. Como residente fiscal en España, Alcaraz está obligado a declarar la totalidad del premio en su país. Aunque el torneo se disputa en Francia, los ingresos tributan donde vive el deportista, y en el caso del murciano, eso implica enfrentarse a una fuerte carga fiscal. Según estimaciones de expertos en asesoría tributaria, Hacienda aplicará un tipo impositivo combinado (estatal y autonómico) de aproximadamente el 47,5%, lo que significa que casi la mitad del premio se destinará a impuestos.

Aplicando ese porcentaje, de los 2,55 millones brutos, Alcaraz solo retendría en torno a 1,34 millones, mientras que el Estado se quedaría con cerca de 1,21 millones. Un impacto fiscal similar al que ya experimentó semanas antes en Roma, donde de los 985.000 euros obtenidos, también tuvo que destinar casi la mitad. |