Aquella película, que hoy sería calificada de softcore, nos mostraba en detalle y con cierta sofisticación, las experiencias sexuales de una joven francesa en Tailandia. El filme fue todo un blockbuster de su época batiendo todos los récords desde su estreno en 1974, permaneció 12 años en cartel en un cine de los Campos Elíseos de París.
La nueva versión en preproducción
Tras diez años de la muerte de Sylvia Kristel y casi 50 del estreno de la película. Se acaba de anunciar que hay un remake en camino, una versión renovada, actualizada y se supone que con más y mejor sexo. La francesa Léa Seydoux será la encargada de tomar el relevo en este nuevo filme dirigido por Audrey Diwan.
La maldición de Emmanuelle
A pesar del gran éxito del filme original, y que su actriz principal, Sylvia Kristel, fue elevada a categoría de icono pop, quedó tan marcada por el personaje que nunca pudo quitárselo de encima. Murió de cáncer, el 18 de octubre de 2012, totalmente arruinada y alcoholizada a los 60 años, después de protagonizar tres secuelas más de Emmanuelle y otro medio centenar de películas, la mayoría de corte erótico. La gente quería verla desnuda y los directores buscaban cualquier excusa para quitarle la ropa. La locura por el filme original generó todo un reguero de versiones, unas 80, más o menos cutres, y Kristel participó en algunas de esas cintas que hoy se pueden considerar de culto.
Pero la cuenta a pagar por semejante éxito fue excesiva. La actriz jamás iba al baño en los aviones. La escena del polvo aéreo se había convertido en la fantasía sexual de la época y hubo alguno que se creyó que podía reproducirlo en el primer avión en el que se la encontrará. Kristel no supo o no pudo gestionar bien la enorme fama que alcanzó y cayó en relaciones tóxicas que le arrastraron al alcohol y a la cocaína.
Una de sus últimas parejas fue la causa de su ruina. Le vació sus cuentas y acabó vendiéndolo todo, incluida su villa de Saint-Tropez y su ático parisino. A la ruina se unió un cáncer de garganta (fumaba desde los 11 años) que superó, pero el tumor volvió a aparecer en 2012, en el pulmón. El 18 de octubre de ese mismo año murió en su pisito de Ámsterdam. Tenía 60 años y hacía mucho que había dicho adiós a su Emmanuelle y a su trono de mimbre. | 
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