¿Qué sucedió en el programa de ayer? ¿Hubo algún flechazo inesperado? ¿O tal vez alguna cita no funcionó como esperaban? ¡Sigue leyendo para conocer todos los detalles!"
Iván y Víctor
Víctor tiene aspecto de muy moderno, pero en el amor es muy tradicional y no le gustan las relaciones abiertas y esas cosas. Eso sí, si te tiene que empotrar contra la pared en un arrebato de pasión, te empotra. A Iván, su cita en ‘First Dates’, no le gusta eso de que la gente se acueste la primera noche y al ver a Víctor ha sentido que le gustaba todo de él “menos las dilataciones”. Víctor ha querido saber de dónde era Iván y al saber que venía de Guadalajara, se ha quedado igual.
Ninguno de los dos era el tipo de chico en el que el otro se hubiera fijado por la calle, pero su cita ha comenzado a fluir desde el primer momento. Víctor se ha sorprendido al saber que su cita tenía 16 tatuajes porque tenía aspecto de muy formalito. Él le ha contado que también lleva unos cuantos y que incluso, alguno se lo había hecho un amigo que no era tatuador ni nada. Eso sí, Iván ha sido sincero y le ha confesado que las dilataciones no le gustaban nada. Víctor ha querido saber el motivo y le ha confesado que por mucho que se las lavara “esto huele a culo”. Los dos han bromeado con el olor de cualquier agujero de nuestro cuerpo.
Iván ha querido saber si a Víctor le gustaba salir y él le ha dicho que había salido mucho, pero que ahora estaba más tranquilo y que los fines de semana trabajaba. Los dos han coincidido en el tipo de ocio que les gusta y sobre todo, en lo que esperan de una pareja. Víctor parece muy moderno, pero el ha confesado a su cita que busca algo serio y que no le gusta nada la promiscuidad, ya le han puesto los cuernos y aunque intenta confiar, prefiere algo estable. El soltero ha sentido que en ese sentido podían congeniar porque él también buscaba lo mismo y como había sufrido mucho quería ir poquito a poquito.
Iván vive con sus padres y al saber que Guadalajara solo está a 40 minutos de Madrid, ha sentido que lo suyo podía congeniar. Al hablar de las tareas del hogar, los dos han descubierto que son muy maniáticos y que tienen mucho carácter, y eso les ha hecho tener miedo de poder chocar, pero en la decisión final ambos quieren descubrir cómo sería y darse una oportunidad.
Montse y Nicolae
Montse se ha presentado en ‘First Dates’ como una persona muy social, pero que de vez en cuando necesita desaparecer y solo leer “para mí leer es como respirar”. En el amor le ha ido fatal “me los busco tóxicos y con un pasado malo”. Físicamente le gustan altos y morenos “me fijo mucho en la espalda y las manos”. Nicolae, su cita, se define como una persona “pensadora, profunda” y muy interesado por las personas que le rodean. Es de origen rumano, pero se ha criado en España.
Han intentado romper el hielo hablando de sus lugares de residencia, pero ni ella sabía dónde está Seseña ni él tenía ni pajolera idea de dónde cae Tarragona. Por lo menos su falta de conocimientos geográficos les hace coincidir en algo. Antes de comenzar a cenar, Nicolae ha querido saber cuál era el sueño frustrado de su cita y ella ha sentido que la cita no comenzaba con mucha alegría. Montse le ha contado que había querido ser muchas cosas, pero que ahora tenía claro que quería ser editora.
Respecto al sueño de él podía haber sido ser policía, pero en realidad lo que siempre ha querido ser es “piloto de caza de combate”. Eso sí, le gusta el rollito militar, pero no ha visto la película de ‘Top Gun’ y no le gusta el cine de acción. Metidos en preguntas intensas, Montse ha querido saber cómo era su cita de fiesta y ha flipado al saber que a sus 24 años, Nicolae solo había salido una vez de fiesta “me pone incómodo, pero me gusta y me gustaría salir más”.
Respecto a cómo son en una relación, Nicolae le ha contado que sus amigos le dicen que es muy frío y que no da ni besos ni abrazos, y que busca una relación cerrada. Ella ha sentido que no iban a coincidir porque ella tiene momento de romanticona y que apuesta por las relaciones abiertas “lo sentimental está en otro plano que lo físico”. Los dos han estado de acuerdo en que había sido una cita agradable, pero que no tenían cosas en común para seguirse conociendo mejor.
María y Ángel
A María le ha ayudado leerse el libro de ‘First Dates’ para preparar su cita y sentirse mucho más segura. En el amor no le ha ido muy bien y es que sigue buscando lo mismo que en su adolescencia “una buena planta, un musculitos…”. Ángel, su cita, es un tipo que desde muy pequeño ha querido saber el por qué de las cosas y con tan solo cuatro años desmontó una radio para saber dónde estaba el hombre que hablaba. Al verle, a María le ha faltado el chispazo que suele sentir al ver a un hombre que le gusta, pero él ha visto a una mujer pelirroja que le ha despertado la curiosidad “una mujer de fuego, fuerte, valiente”.
Ya degustando la cena, María ha querido saber cómo le gustaba viajar y Ángel le ha confesado que había formado parte de sociedades secretas y que había hecho parte del Camino de Santiago. El soltero es templario, sigue la filosofía cristiana de la vida de Cristo y le ha mostrado a su cita la magia de las iglesias templarias. María le ha confesado que es pagana, pero que desde pequeña siempre ha sentido que había algo superior y hace unos años descubrió que era pagana “de la madre tierra y de la naturaleza”.
A Ángel le ha sorprendido poder hablar con María de esos temas con total naturalidad y los dos han coincidido en que no tienen ningún problema en disfrazarse para seguir su religión. Ella se pone su capa y su capucha, y él tiene toda la pinta de caballero templario. María le ha puesto a Ángel un ocho sobre diez al saber que le gustaba mucho cocinar y le ha dado el sobresaliente al descubrir que estaba abierto a sentir las energías de la naturaleza, que compartía su pasión por dormir al raso y que en el sexo daba masajes y se dejaba llevar hasta el punto de haber practicado sexo Tántrico.
Más allá del chispazo inicial, María ha descubierto a un hombre muy interesante con el que podía hablar sin miedo de los temas que a ella le interesan y viceversa. Los dos se han llevado una gran sorpresa y están deseando conocerse mejor.
Pedro y Pilar
A Pedro en el amor le ha ido “fatal” y está buscando a una mujer todoterreno, no quiere a una que la tengas que “empujar como a un Panda cuesta arriba”. Eso sí, reconoce que ya no está para estar toda la noche “con el pito para arriba” y que para tener “la manga como una pelliza llena de bellotas, la tengo que ayudar un poco con las hierbas”. Pilar, su cita, ha venido a ‘First Dates’ en busca de un tipo similar a Santiago Abascal en físico y pensamiento. Al ver a Pedro no le ha gustado lo que ha visto, pero se ha sentado a conocerle y ha descubierto que los dos vivían cerquita de Granada.
Pedro ha tenido la sensación de que Pilar era mucho más mayor que él y se ha equivocado, pero estaba convencido de que “si tuviera 20 años menos, otro gallo cantaría”. Ella le ha contado que trabaja limpiando institutos, pero él no le ha seguido la conversación y se han puesto a hablar de lo rica que estaba la cena. El soltero le ha dicho que había dejado de comer aguacate porque engorda mucho y que lo que comía era mucho pepino “tres o cuatro kilos a la semana, me quita el azúcar”.
La soltera no podía creer que una persona pudiera comer cuatro kilos de pepinos a la semana y ha tenido claro que no le daría un beso después de comerse un pepino. A ella le gustan mucho, pero le dan mucha acidez y no entiende que Pedro los desayune. Teniendo claro que ninguno de los dos quería nada con el otro, Pedro y Pilar se han atrevido con el Rasca del Amor y ella ha tenido serias dudas de que su cita fuera un hombre activo. A él también le ha sorprendido que a ella ya se le hubiera olvidado cómo era en el sexo y que no le gustara más que fumar.
“Es muy mayor para mí”, es el motivo que Pedro ha dado para no querer seguir conociendo a su cita en ‘First Dates’. Pilar se ha quedado perpleja y ha querido que le matizara la respuesta porque ella era mucho más joven y más moderna que él. El curandero le ha dicho que a él le gustaban las mujeres más jóvenes que él, aunque solían ser relaciones que no funcionaban. Aprovechando el momento de sinceridad y molesta por la reacción de su cita, Pilar ha aprovechado para decirle que era un soso, que no tenía conversación y que tampoco sabía bailar.
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