Harvey Weinstein, el exproductor de cine de 72 años, se encuentra en un estado de salud delicado mientras cumple una condena de 16 años en una prisión de California por múltiples delitos sexuales. Recientemente, ha sido trasladado al centro médico de la cárcel de Rikers en Nueva York para recibir tratamiento por leucemia mieloide crónica, un tipo de cáncer que afecta a las células productoras de la médula ósea. Esta enfermedad se ha sumado a una serie de problemas de salud que han deteriorado su condición, incluyendo una reciente operación de corazón y hospitalizaciones previas por COVID-19 y doble neumonía.
Desde su condena en 2020 por violación y agresión sexual, Weinstein ha enfrentado un proceso legal complicado, con juicios en curso por abusos sexuales que se remontan a su carrera en la industria del cine. Su estado de salud ha llamado la atención pública; en una reciente comparecencia judicial, llegó en silla de ruedas y se declaró no culpable de un nuevo cargo de agresión sexual en un caso que involucra a una mujer no identificada de 2006.

Ante la creciente especulación sobre su salud, su portavoz, Juda Engelmayer, ha expresado su descontento por la cobertura mediática que rodea la condición médica de Weinstein, abogando por el respeto a su privacidad. Su representante legal, Craig Rothfeld, también se ha manifestado en contra de la divulgación de detalles íntimos sobre la salud del exproductor, enfatizando que es inaceptable que asuntos tan personales se conviertan en objeto de discusión pública.
La leucemia mieloide crónica, que padece actualmente, se caracteriza por un cambio genético en las células de la médula ósea, lo que provoca un crecimiento descontrolado de estas células.
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