El 2025 ha sido un año difícil para la industria audiovisual, con la escasez de producciones en Los Ángeles y el cierre de icónicas compañías.
Village Roadshow Entertainment Group, responsable de grandes películas, se suma a esta crisis tras perder su batalla legal con Warner Bros., siguiendo el destino de Technicolor, que cerró recientemente por falta de inversores, según Deadline.
Una quiebra iniciada por su prolongado conflicto con Warner
El caso de Village Roadshow es un reflejo del colapso de Hollywood. Su legado incluye éxitos como Matrix, Joker, Mad Max: Furia en la carretera y aclamadas películas de Clint Eastwood. Sin embargo, ni su prestigio ni su historia lograron salvarla de la bancarrota. Su crisis se originó en un prolongado conflicto con Warner Bros. En 2022, la productora demandó al estudio por el estreno simultáneo de Matrix Resurrections en HBO Max y en cines, lo que, según ella, afectó su rentabilidad.

También acusó a Warner de excluirla de derechos sobre secuelas, precuelas y derivados de las películas que cofinanciaron juntos. Keith Maib, director de reestructuración desde enero, advirtió sobre la grave crisis de Village Roadshow, agravada por la pérdida de derechos sobre su propio catálogo. La batalla legal dejó 18 millones de dólares en honorarios impagos, 47,5 millones en proyectos cancelados y retrasos en los pagos a guionistas, lo que llevó al sindicato WGA West a tomar acciones.

La situación se tornó insostenible, provocando la dimisión de su CEO, Steve Mosko. Tras 35 años de historia y más de cien producciones, Village Roadshow cierra sus puertas. The Gutter y Joker: Folie à Deux podrían ser sus últimos estrenos, dejando un amargo adiós a una productora clave del cine moderno. |