Amanda Bynes ha vuelto a encender las redes sociales, pero esta vez no por sus problemas legales, sino por un cambio de imagen radical. La actriz compartió con sus seguidores los resultados de su reciente pérdida de peso, confirmando que ha logrado bajar 12 kilos (26 libras) gracias al uso de Ozempic, el medicamento para la diabetes que se ha convertido en el secreto a voces más controvertido de Hollywood.

Bynes, quien ha sido abierta sobre sus batallas con la salud mental y la imagen corporal en el pasado, se mostró satisfecha con su nueva apariencia. Según explicó en sus plataformas digitales, este cambio le ha devuelto una confianza que no sentía en años.
"Me siento mucho mejor conmigo misma y con mi ropa", confesó la intérprete de Hairspray, quien decidió recurrir al fármaco tras varios intentos fallidos por recuperar su peso ideal mediante otros métodos.

Aunque la transformación ha generado aplausos entre sus fans, también ha reavivado el debate sobre el uso de semaglutida con fines estéticos en personas que no padecen diabetes. A pesar de las críticas, Amanda parece estar en una etapa de renovación personal, alejándose de los escándalos del pasado y enfocándose en su bienestar físico y emocional para este inicio de 2026.
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