Ke Huy Quan tenía una misión. Acababa de ser nombrado mejor actor de reparto por su interpretación de Waymond Wang, el tonto marido de la dueña de una lavandería en "Todo a la vez en todas partes", y quería vivir el momento con Steven Spielberg. Spielberg fue el cineasta que le dio el papel de revelación en "Indiana Jones y el templo maldito", de 1984, cuando Quan tenía 12 años.
Así que durante una pausa publicitaria en la retransmisión de los Oscar, Quan, de 51 años, se acercó a donde Spielberg estaba sentado con su esposa, la actriz Kate Capshaw, a quien Quan no había visto desde que coprotagonizaron "El templo maldito" cuatro décadas antes. Tras abrazos por doquier, Spielberg puso sus manos sobre los hombros de Quan y le dijo:
"Ahora eres un actor ganador de un Oscar".
La profundidad de esta afirmación no pasó desapercibida para ninguno de ellos, ya que la victoria de Quan en los Oscar coronó una de las historias de regreso más improbables de la historia de Hollywood. Durante décadas había estado relegado a los márgenes del mundo del cine, sin carrera ni seguro médico.
Pero nos estamos adelantando
Han pasado menos de 24 horas desde que Quan subió a saltos las escaleras del escenario del Dolby Theatre y contó la historia de ser un inmigrante de Vietnam -el séptimo de nueve hermanos- que, tras mucho trabajo, había alcanzado el "sueño americano". Y esta mañana, a pesar de una noche maratoniana de celebraciones, su energía alegre es contagiosa.
Aun así, hay una vacilación subyacente en la voz de Quan. Le preocupa despertar de este sueño y descubrir que su resurrección se ha evaporado.
"He tenido una conversación con mi agente", dice. "Me preocupa mucho que esto sea cosa de una sola vez".
Como muchos inmigrantes, los padres de Quan querían que fuera médico o abogado, cualquier cosa que le proporcionara estabilidad económica. Pero el destino intervino cuando su hermano pequeño acudió a un casting para interpretar a Short Round, el compañero de Indiana Jones. Pero había algo en Quan, a sus 12 años, que hizo pensar a los responsables del casting que habían encontrado al complemento perfecto para el arqueólogo más famoso del cine, y fue Quan, y no su hermano, quien consiguió el papel. Al verano siguiente, interpretó a Data, uno de los inadaptados que buscan tesoros en "Los Goonies", de Richard Donner.
Luego se acabó. Durante 30 años, Quan sufrió innumerables audiciones fallidas. Más tarde asistió a la escuela de cine de la USC y aceptó trabajos esporádicos como coreógrafo de lucha en "X-Men" y desarrollando proyectos para el director Wong Kar Wai en su productora, Jet Tone Films. Allí conoció a su mujer, Echo, a la que considera la heroína olvidada de su reciente éxito. Cada mes de los últimos 20 años, Echo le ha dicho a su marido:
"Confía en mí, ya llegará tu momento"."A veces me sentía frustrado con ella", dice Quan, y se le saltan las lágrimas al recordar sus conversaciones. "Le decía: 'Sigues diciendo eso, y nunca va a ocurrir'. No me lo creía. Veinte años no es poco tiempo".
En Hollywood nunca hay garantías. Pero Quan está sacando el máximo partido a su papel de favorito en la temporada de premios. Tres proyectos terminados se sientan en la pasarela: dos series de televisión, "American Born Chinese" y la segunda temporada de "Loki" del MCU para Disney+, así como la próxima película de ciencia ficción "The Electric State", con Millie Bobby Brown y Chris Pratt. A día de hoy, no hay más ofertas sobre la mesa.
Pero esta mañana es para celebrarlo. Quan tiene previsto visitar a su madre en Los Ángeles para enseñarle la estatuilla.
Para conocer un poco más a Ke Huay Hwan:
El paradisíaco escenario de la entrevista
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