La Screen Actors Guild Foundation es una organización estadounidense que ofrece asistencia y programas educativos a los más de 160.000 profesionales del mundo del espectáculo que lo integran. Como parte de su programa, cuentan con una serie de charlas motivacionales en las que invitan a estrellas de reconocida trayectoria profesional.
En el año 2014, la organización invitó al actor Kevin Costner a una de estas charlas, y en ella narró una anécdota realmente deliciosa para los aficionados al cine:
"Tenía un amigo, era un grano en el culo y yo siempre intentaba ayudarle. Así que cuando las cosas empezaron a irme bien le conseguí entrevistas de trabajo en Hollywood. La gente le daba muy malas referencias de él, decían que era maleducado", nos explica el famoso actor.
"Era un buen escritor y un día en mi casa empezó a quejarse de que en Hollywood no sabían reconocer un buen guión y dijo cosas sobre gente amiga mía, así que lo agarré de las solapas y lo aplasté contra la pared mientras le decía "para, joder, para". "Si tanto odias los guiones, deja de escribir. ¡Me puso muy, muy al límite!".
"¿Perdimos nuestra amistad? No. El cabrón volvió a llamar a mi puerta y dijo: "no tengo a dónde ir, ¿Puedo quedarme contigo?". "Si". "Estoy escribiendo una historia". "No me importa, Vete al cuarto de atrás".
"!Todas las noches me decía: "¿Puedo leerte lo que escribí?" y yo le contestaba "No". Y así pasó un mes y medio hasta que mi mujer me dijo "se tiene que ir". "Por qué?". Está en calzoncillos leyéndole cosas a nuestra hija de 4 años. Al final, tras dos meses le dije que tenía que irse. Así que se fue a casa de otro amigo mío durante unas tres semanas y después se largó a Arizona. Y me decía "¿Leíste mi historia?". Y yo: "No, que te den por saco". Y él "OK", Oye hace mucho frío por aquí, porque trabajo en un rancho, matando mapaches por la noche y trabajo en un restaurante chino lavando platos" y yo "Jesuscristo" le envié unos sacos de dormir. Dormía en el coche... "Leíste mi guion?" "No".
"Así que finalmente lo leí... Era el guion de Bailando con lobos".
Le llamé y le dije "Michael, voy a hacer esta película". No sé cómo iba a hacerlo, todo el dinero que tenía eran 26 mil dólares. Y le dije "Ven y quédate conmigo. Convertiremos esto en un guion".
Michael Blake acabó ganando el Oscar de la Academia gracias aquel guion, eclipsando a la mismísima Uno de los nuestros.
| 
Política de Privacidad
