Quizá muchos fans de Juego de Tronos no sepan que la exitosa serie de HBO llegó a hacerse realidad gracias, en gran medida, a que tuvo una segunda oportunidad. El piloto original de la serie no funcionó ni para sus creadores, David Benioff y D.B. Weiss, ni para los ejecutivos de la HBO, y en lugar de desechar la serie, la cadena apostó por sus noveles directores y puso más dinero para rodar un nuevo piloto.
La apuesta salió bien, pero no todos los miembros del piloto original siguieron a bordo en el megaéxito en el que se acabaría convirtiendo Juego de Tronos. Por el camino, Benioff y Weiss cambiaron el reparto de dos papeles clave. Jennifer Ehle, que originalmente interpretaba a Catelyn Stark, se retiró de la serie porque no le gustaba el compromiso de trasladarse a Irlanda del Norte durante el tiempo que durase su personaje en la serie, lo que llevó a Michelle Fairley a tomar el papel. También está Tamzin Merchant, que interpretó a Daenerys Targaryen en el piloto original antes de que los productores decidieran que necesitaban a otra actriz, y dieran el papel a una entonces desconocida Emilia Clarke.
Más de una década después de haber participado en el piloto, la actriz ha recordado cómo fue en una nueva entrevista con Entertainment Weekly.
Según Merchant, que acababa de salir de un papel en la exitosa serie de Showtime 'Los Tudor', en el momento de rodar el piloto de Tronos, el papel y la serie no eran un trabajo de ensueño para ella desde el principio, y esa sensación se trasladó a su tiempo en el set.
"El rodaje de ese piloto fue una gran lección", dijo Merchant. "Fue una afirmación de que debo escuchar mis instintos y seguirlos, porque intenté echarme atrás en esa situación y, durante el proceso de contratación, me eché atrás. Algunas personas persuasivas me convencieron de que volviera a hacerlo. Entonces me encontré desnudo y asustado en Marruecos y montando un caballo que estaba claramente mucho más emocionado de estar allí que yo".
El comentario de Merchant sobre el caballo hace referencia a un relato de la historia oral de James Hibberd, Fire Cannot Kill a Dragon, en el que varias personas que estaban en el plató durante el rodaje original de la noche de bodas de Dany con Khal Drogo contaron que un caballo tuvo una erección al ver la escena de sexo original. Esa escena, que el creador George R.R. Martin ha descrito como más "seducción" y más fiel al libro que lo que finalmente acabó en el piloto, fue un momento clave que ayudó a Merchant a entender que su corazón no estaba en la realización de la serie.
"Fue una lección de que si mis tripas me dicen que una historia no es algo que me entusiasme contar, entonces no debería tratar de entusiasmarme sólo porque otras personas me dicen que debería entusiasmarme", dijo. "No tengo ninguna formación como actriz, sólo tengo mis instintos. Y lo que me emociona y lo que me impulsa es una historia convincente y un personaje convincente. Así que para mí, Juego de Tronos nunca fue eso. Creo que es un testamento para Emilia Clarke por haber convertido ese papel en un icono: obviamente estaba emocionada por contar esa historia, y era épica y excelente. Pero para mí, no estaba en mi corazón contarla".
Aunque finalmente perdió el papel en la que se convirtió en la serie de televisión más importante de la década, y más tarde tuvo la extraña experiencia de viajar en autobuses adornados con anuncios del personaje que casi interpretó, Merchant no parece lamentar no haber podido ver la serie. Desde entonces ha trabajado en otros proyectos, como la serie de fantasía de Amazon 'Carnival Row', e incluso se ha convertido en autora de género gracias a su novela de fantasía The Hatmakers. Al final, comparó la pérdida de Juego de Tronos con el cuento de hadas "Las zapatillas rojas", la historia de una niña arrastrada en un carruaje dorado cuando lo único que quiere es el par de zapatillas rojas de baile que ella misma hizo.
"Y para mí, creo que si tuviera que subirme a ese carruaje dorado -si no me hubieran liberado de mi contrato- creo que me habría llevado a un lugar muy alejado de la persona creativa que soy hoy", dijo. "Además, si fuera muy rica y famosa, no tendría tiempo para hacer todas las cosas que mi alma necesita hacer. Expresarme de forma creativa es una necesidad más importante que cualquier cantidad de riquezas que pudiera obtener por esa parte. Si lo hiciera, creo que me distraería, pero eso es algo que me ocurre a mí, no a nadie más; creo que Emilia Clarke es increíble. Simplemente no sería el creador que soy hoy [como con el libro]. Estoy profundamente agradecida de haber reclamado mi propio camino para esculpirlo por mí misma". |
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