En los últimos 30 años de cine, resulta difícil encontrar una película tan debatida, analizada, influyente y adorada como Pulp Fiction. Esta obra maestra descubrió a Quentin Tarantino como un talento rebelde de la industria y está repleta de anécdotas detrás de escena y de profundas referencias homenajeadas por el director. Debido a que esta película es un cometa de talentos que aparece "una vez en una generación", su proceso creativo es verdaderamente fascinante. La famosa secuencia de la película, como es habitual en el cine, fue un acto de pura manipulación.
Pulp Fiction es una película mordazmente divertida, llena de suspense y creativamente ingeniosa, con una estructura antológica. El enfoque narrativo de la película le permite desarrollarse de manera perfecta fuera de la cronología. La escena en la que Vincent Vega (John Travolta) cena con Mia Wallace (Uma Thurman), la esposa de su jefe, ocurre después de los eventos confusos entre Vincent y Jules (Samuel L. Jackson) en la línea temporal de la película. Este capítulo es tan exquisito y satisfactorio como el batido de 5 dólares que Mia disfruta en el restaurante de los años 50 donde Vincent y ella ganan un concurso de baile. Captura de manera magistral la sensibilidad posmoderna de la película y el estilo característico de Tarantino a través de diálogos ingeniosos, falta de una trama convencional, caracterización sutil y una ecléctica selección de música pop que se integra en la historia.
A pesar de que Tarantino es conocido por su brutalidad y violencia en el cine, esta secuencia en particular es sorprendentemente suave y tranquilizadora. Por supuesto, cuando se agrega el consumo de drogas a esta noche de diversión, el caos se desata. Al regresar a la casa de los Wallace, Mia encuentra una bolsa de heroína en el abrigo de Vincent. Mientras él está en el baño ensayando su despedida, Mia sufre una sobredosis que la deja inconsciente en el suelo. En un intento frenético por salvar la vida de ambos y evitar la posible ira de Marsellus Wallace (Ving Rhames), Vincent irrumpe en casa de su amigo Lance (Eric Stoltz), quien le vendió la heroína, para buscar una manera de revivir a Mia.
Después de una búsqueda caótica, Lance le entrega a Vincent una jeringa llena de adrenalina y le ordena que la introduzca agresivamente en el pecho de Mia, confundiendo a Vincent al principio, creyendo que debe apuñalar repetidamente. A pesar del frenesí y el miedo, la película presenta una emocionante secuencia de vida o muerte cuando Vincent clava la jeringa en el corazón de Mia. Ella salta repentinamente del suelo, gritando debido a la mezcla de dolor y alivio. Al pronunciar la palabra "Algo", Mia confirma a Vincent y a Lance que está bien.
En una película llena de escenas e intercambios memorables, la inyección de adrenalina en Pulp Fiction se destaca como una de las más inolvidables. La audaz mezcla de
tonos que impregna toda la narrativa se encapsula por completo en esta secuencia de tres minutos. La solicitud de Vincent de un marcador mágico y el punto rojo marcado en el pecho de Mia se yuxtaponen de manera hilarante con la intensa práctica médica de reanimación cardíaca. Justo cuando el público se ríe, los lentos acercamientos de la cámara de Tarantino al punto rojo, la jeringa y la angustiada expresión de Vincent golpean al espectador con una sensación de temor. La cámara presta especial atención a los poros sudorosos en el rostro de Vincent y al goteo de adrenalina en la aguja. Es una filmación asombrosa, por no decir impecable, ¿verdad? Bueno, resulta que esta escena del pinchazo se filmó al revés.
¿Por qué Tarantino filmó al revés la escena de la inyección en Pulp Fiction?
Durante la grabación de la escena de reanimación, según el libro de Jason Bailey, "Pulp Fiction: La historia completa de la obra maestra de Quentin Tarantino", tenían la intención de utilizar una placa falsa en el pecho de Uma Thurman para simular el pinchazo de la aguja. Esto es un truco básico para lograr el efecto deseado, pero Quentin Tarantino no quedó satisfecho con el posible resultado. El director solicitó un sonido audible y filmó el acto al revés. Le pidió a Travolta que comenzara con la jeringa en el pecho de Thurman y la sacara rápidamente hacia arriba. Durante la edición, Tarantino y su difunta editora Sally Menke invirtieron el movimiento, lo que le dio autenticidad, algo que temían que faltara al utilizar una placa en el pecho. En lugar de mostrar a Travolta clavando la aguja tímidamente cerca del corazón de otro actor, el movimiento agresivo hacia arriba creó una confrontación visceral en un escenario de vida o muerte.
El departamento de sonido de Pulp Fiction merece un reconocimiento notable por la convincente ejecución de esta fascinante escena. El sonido resonante que se escucha cuando la mano de Travolta golpea el pecho de Thurman evita que la escena parezca artificial. Según describe el autor Bailey, "es el sonido perfecto". Como es de esperar en cualquier película, que se realice mediante manipulación y engaños, los actores en pantalla venden el caos y el impactante alivio del momento, incluyendo a la desconocida Rosanna Arquette en el papel de Jody. Al comienzo de su carrera, Tarantino comprendió que un truco cinematográfico efectivo debía servir a la historia y las emociones de la escena, en lugar de llamar la atención sobre sí mismo. La inversión de la inyección es, de manera fundamental e intuitiva, pura magia cinematográfica. |
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