Eros y Bayan

Eros, de 28 años, y Bayan, de 23, son originarios de Palma de Mallorca y llevan cuatro años juntos. Su historia comenzó con un amigo en común, pero no fue precisamente un flechazo, ya que la diferencia de edad y otras circunstancias complicaron el inicio de su relación. Para añadir tensión, Eros estaba en una relación con su ex cuando comenzaron a coquetear y, posteriormente, le fue infiel a Bayan ya como pareja formal. Ahora han decidido acudir al programa con el objetivo de demostrar que la fidelidad es posible.
Montoya y Anita

Anita (26) y Montoya (30) son originarios de Barcelona y Sevilla, respectivamente. Su relación lleva apenas un año, pero ya están planeando tener un hijo. Su historia comenzó en una fiesta donde él terminó la noche con otra chica, aunque cambió de parecer tras un desayuno con Anita que lo hizo reconsiderar. Siguiendo esta peculiar lógica, participar en el reality parece una decisión coherente para ellos.
Gerard y Alba

Por otro lado, Gerard (31) y Alba (23), de Ciudad Real y Madrid, también llevan un año juntos. Su relación inició en redes sociales, donde él insistió en conquistarla hasta que finalmente le gustó. En una semana todo se volvió intenso, hasta que rompieron durante la Navidad. Decidieron darse otra oportunidad cuando a Gerard le molestó verla besándose con otro chico. Ahora se enfrentarán a la experiencia de probar su relación en República Dominicana.
Fran y Ana Luiza

Fran (28) y Ana (23), de Vigo, tienen una relación de año y medio marcada por un inicio polémico: ambos estaban en pareja cuando comenzaron a verse. Más tarde, cuando quedaron solteros, se reencontraron en un restaurante y comenzaron su relación formal. Sin embargo, Fran decidió terminar para "disfrutar la vida y conocer chicas", aunque Ana no se dio por vencida y logró reconquistarlo, llegando incluso a instalarle un GPS en el móvil para mantenerlo bajo control. Ahora llevarán esta dinámica a la isla.
Joel y Andrea

Finalmente, Joel (24) y Andrea (28), de Barcelona, llevan tres años juntos. Se conocieron en el trabajo, pero la relación tuvo una pausa porque Andrea lo percibía demasiado dependiente. Tras las promesas de cambio por parte de Joel, ella continuó explorando nuevas relaciones, pero eventualmente volvieron. En esta etapa, les pareció buena idea someter su relación al reto de un reality de infidelidades, aunque es claro que no será fácil.