La protagonista de La monja, Bonnie Aarons, ha demandado a Warner Bros. por presuntamente ocultar su parte correspondiente de los beneficios del merchandising. Aarons interpreta a la monja demoníaca conocida como Valak, que apareció por primera vez atormentando a la Lorraine Warren de Vera Farmiga en The Conjuring 2 de 2016.
Además de hacer un cameo en el fondo de una foto en Annabelle: Creation de 2017, Aarons retomó el papel como antagonista principal en The Nun de 2018 (que se convirtió en la película más taquillera de la franquicia) y está previsto que regrese en la próxima secuela The Nun II.

Las razones tras la demanda
Según The Guardian, Aarons presentó el martes una demanda contra Warner Bros. Supuestamente, su contrato original para La monja 2018 implicaba una "compensación fija" de 71.500 dólares con una bonificación de 175.000 dólares basada en los resultados de taquilla, ambas pagadas. Sin embargo, también estipulaba una "participación prorrateada del 5% del 50% de los ingresos brutos" por la licencia de su rostro en mercancía, y Aarons alega que los documentos que Warner Bros. proporcionó entre 2019 y 2022 eran "inconsistentes con las extensas actividades de merchandising". Lea un extracto pertinente de la demanda a continuación:
La demanda de Aarons afirma que, entre 2019 y 2022, Warner Bros le envió declaraciones escritas que mostraban su participación en los ingresos, lo que, según alega, era "[Entre 2019 y 2022, las declaraciones escritas enviadas por Warner Bros. eran] inconsistentes con las extensas actividades de merchandising". [Cuando se le pidieron más detalles, el estudio envió una] hoja de cálculo que contenía partidas correspondientes solo a una fracción de las licencias conocidas.

En lugar de rendir cuentas y pagar de forma transparente, Warner Bros oscurece y oculta el importe real de la parte que le corresponde a la Sra. Aarons de los ingresos por merchandising, mientras sigue explotándola.
Una reclamación en un momento oportuno
La demanda de Bonnie Aarons no es ni mucho menos la primera vez que se acusa a los estudios de Hollywood de retener la verdadera parte de los beneficios de una película que corresponde a un artista. Queda por ver cómo evoluciona este pleito en particular. Sin embargo, la demanda de Aarons es muy oportuna para ganarse el apoyo del público, teniendo en cuenta las cuestiones en las que se centra la doble huelga y el hecho de que ella protagoniza una nueva película que bien podría ser otro éxito de taquilla para la franquicia.

Teniendo en cuenta la cantidad de productos de la subfranquicia de La Monja que están a punto de salir al mercado, su argumento podría ser válido. |