"El problema de los 3 cuerpos" de Netflix: Repitiendo los errores de "Juego de tronos"

La serie "El problema de los 3 cuerpos" es altamente esperada debido a su adaptación de una reconocida novela de ciencia ficción y la participación de destacados actores como Eiza González y Benedict Wong. Sin embargo, lo que realmente captura la atención es el equipo responsable de esta producción: los creadores de "Juego de tronos", David Benioff y D.B. Weiss. Tras su éxito sin precedentes, han decidido unirse a Netflix y dejar en manos de otros la serie "La casa del dragón". "El problema de los 3 cuerpos" ofrece una historia completamente distinta, pasando de la fantasía medieval a la ciencia ficción futurista con elementos matemáticos y espaciales.

La serie, que se estrenó el 21 de marzo de 2024, ha sido elogiada por su espectacularidad visual y la forma en que lleva a la pantalla una historia compleja. Sin embargo, se señala que la improvisación forzada para vender la serie como una producción occidental ha llevado a una pérdida de la férrea base literaria de la historia original. Se destaca que los personajes que más brillan son los más fieles a la novela en términos de nombre, raza, género y ambiente, mientras que aquellos que han sido sacados de su contexto y dotados de otro parecen vacíos y genéricos.

Benioff y Weiss enfrentan desafíos al intentar vender "El problema de los 3 cuerpos" como una serie occidental en inglés, lo que resulta en una improvisación forzada. A diferencia de su experiencia en "Juego de tronos", donde tropezaron al alejarse de las ideas de George RR Martin, aquí no logran acertar al trasladar a la mitad de los personajes en términos de nacionalidad, género y entorno. Aunque la historia no renuncia a su vínculo esencial con China, especialmente en relación con la revolución cultural y los guardias rojos, la serie lleva la trama a un grupo cosmopolita de científicos londinenses. Esto provoca que la serie, aunque no llega a ser un fracaso, disminuya su nivel a algo más común y olvidable. Los personajes se vuelven vacíos al ser sacados de su contexto original y dotados de uno genérico.