En la realidad, no podemos conocer con certeza los pensamientos de alguien durante una cita, pero en 'First Dates', es habitual presenciar a caballeros elogiando efusivamente y luego cambiando radicalmente de opinión. Al menos, en este caso, el desagrado era compartido mutuamente.
El enamorado de su moto

Antonio, un empresario textil de 65 años residente en Madrid, encuentra su pasión de su vida en su moto, aunque bromea sobre su peso al afirmar que solo por eso no la lleva a la cama. Sus hijas lo halagan diciendo que para su edad está atractivo. Cuando se trata de las mujeres, su enfoque inicial es el aspecto físico, dejando en segundo plano el conocer su corazón. Por otro lado, Yolanda, una ama de casa de 55 años también madrileña, nunca ha tenido dificultades para atraer a otros, pero reconoce que se ha dedicado en exceso a sus hijos. Cuando ambos se conocieron en 'First Dates', Antonio quedó asombrado por la belleza de Yolanda, expresando su entusiasmo al verla entrar. Sin embargo, a Yolanda no le impresionó tanto, aunque lo encontró muy simpático.
Una cita de mal en peor

Cuando Antonio observó detenidamente a la mujer, su impresión inicial disminuyó considerablemente. No le convenció ni su rostro ni su vestimenta, que encontró anticuada. También consideró que necesitaba cuidarse más, especialmente si tenía aspiraciones de ser modelo o estar en el mundo de la moda. A pesar de eso, la conversación iba siendo amena hasta que ella reveló haber tenido cinco hijos, y Antonio respondió con una broma inapropiada: "Pues estás como para tener cinco más". Él se rió a carcajadas, mientras que ella forzó una sonrisa de compromiso y expresó su incomodidad ante ese comentario. Por su parte, Yolanda mencionó que no le gustaban los celos, y Antonio le aseguró que solo sentía celos hacia su moto. Sin embargo, al enterarse de que ella nunca había montado en moto y que era desordenada, comenzó a hiperventilar y admitió que el desorden era algo que no toleraba.
La esperada decisión final

Al final, Yolanda optó por rechazar a Antonio debido a que no encajaba con sus preferencias físicas: "Me gustan los hombres con cabello, más altos y sin tatuajes". Antonio estuvo de acuerdo, ya que él también buscaba a alguien en el rango de edad entre 43 y 53 años, siendo él mayor en sus sesenta y pico. A pesar de la decisión, Antonio quiso despedirse con un beso amistoso, pero Yolanda evitó el gesto rápidamente, casi lastimándose el cuello en el intento. |