Este semáforo cargado de humor sido instalado en la calle de Tomás Echevarría, en la barriada de Huelin, muy cerca de la casa donde residió Gregorio Sánchez (nombre real del artista) durante los últimos años de su vida.
A su inauguración acudieron numerosos miembros de la corporación municipal, incluyendo al alcalde, Francisco de la Torre, que ha subrayado que Chiquito era “una persona irrepetible” y era una “responsabilidad moral” colocar este semáforo.
Numerosos vecinos de la zona, ubicada al oeste de la capital malagueña, también asistieron al acto.
Un semáforo único en el mundo
Esta nueva señal de tráfico de 2,5 metros de altura acompaña la luz roja para el peatón con la voz del célebre humorista malagueño:
“¡Quietorl! Te voy a poner una multa que no te la va a quitar ni Perry Mason. ¡Relájate!”.
Y por supuesto también la verde con el mensaje que anima a cruzar la calle:
“¡Vámonorl! ¡Al ataque! ¡Ahora! Ese caballo que viene de bonanza”.
En ambos casos, la habitual figura de una persona caminando o quieto realizada con luces led ha sido sustituida por el perfil del artista, flexionando la pierna y moviendo los brazos con los singulares movimientos que le hicieron conocido en toda España.
Por seguridad solo será ornamental
La señal cuenta con una fase roja de 40 segundos y otra verde, de 60 segundos, pero solo tiene uso ornamental. El Ayuntamiento de Málaga decidió que no podía regular el tráfico por motivos de seguridad después de que sus técnicos analizaran el caso y creen que generaría confusión a las personas con discapacidad visual al emitir ruidos diferentes a los tonos que habitualmente utilizan los semáforos adaptados.
Los mejores chistes de Chiquito de la Calzada
Como homenaje al artista a continuación sus tres mejores chistes.
El niño quiere ir al «Zoo» Cuenta la historia del niño «con las orejas más grandes del mundo» que se encapricha con ir al zoológico. Y la respuesta de su padre, claro.
El burro anémico Un gran ejemplo de cómo la vis cómica de Gregorio Sánchez era capaz de convertir en risa asegurada las historias más absurdas.
El «enano» en el bar En el repertorio de Chiquito, como en tantos maestros del humor de los años noventa, no faltaban los chistes políticamente incorrectos pero que, inevitablemente, arrancaban la sonrisa.
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